lunes, 11 de febrero de 2008

La literatura fuera de sí: miradas desde otros campos (TT)

Luego de algunos comentarios y presentaciones para quienes no habían estado la clase anterior, Verónica anuncia las novedades: “¡tenemos blog!”: www.castellano2008.blogspot.com y dire de mail ingresocastellano2008@gmail.com. Cuenta, también, que ya están los registros de la clase anterior (el de los dos turnos) para quien quiera curiosear.

Se forman grupos de alrededor de seis integrantes y se reparte un ejemplar a cada grupo de la cadena de respuestas a la pregunta "¿Por qué el pollo cruzó la carretera?" La consigna en relación con ese texto: cada uno deben elegir uno de los “personajes” que aparecen en la cadena y escribir la respuesta a “¿por qué la literatura?” según la voz elegida, imitando de alguna manera el discurso de esta personalidad. Pero falta un verbo en esa frase. Claro y hay que pensar cuál quiere cada uno poner: ¿por qué existe?, ¿por qué prohibir?, ¿por qué no es chicha ni limonada? Para ir entrando en la literatura, la desterritorializamos primero y notamos diversos discursos que hablan de ella.

Damos cuenta de la subjetividad de hablar sobre algo: la pregunta “¿por qué la literatura?” se responde de manera absolutamente distinta según quién habla (o quien hace hablar). Casi como que más que de la literatura hablamos de nosotros mismos, la utilizamos como una herramienta para hablar de nuestra ideología y nuestros intereses. Lucía elige la voz de Darwin para responder que “la literatura es el producto del hombre en la lucha para la sobrevivencia del más fuerte”; Ayelén se apropia del discurso nietzscheano y responde algo que recordamos como “la literatura es una basura igual que todas las demás cosas suspendidas en el aire ...Ya llegará el superhombre y entonces una superliteratura, luego el caos..." (Lucía, por favor, poné un comentario con el texto completo que era buenísimo). A partir de esto hablamos de Nietzsche. Lucía nos cuenta que dijo: “Dios ha muerto” -explicamos el sentido de esta sentencia y la vinculamos con la muerte del autor en cierto momento de la teoría literaria- y Ayelén que era muy antipático -lo que a ella le cae particularmente bien- y “fundó la corriente nihilista: mató a Dios para que hombre se haga cargo de sus actos”. Tatiana tiene una noticia de último momento: “Literatura: apocalipsis adolescente”, Verónica pide explicaciones y antes de que Tatiana pueda responder les pregunta a los demás. Hay muchas interpretaciones de la noticia de Crónica: algunas voces, como la de Lucía, la entienden como que la literatura es lo peor, “como el fin del mundo”, “como la destrucción”, “como que mataría la edad de la adolescencia”, "está en la escuela" (¡ojo que allá vamos!). Finalmente, Tatiana explica: “no lo puse como el apocalipsis terminante, lo puse como lo pondría Crónica”... La respuesta de Tatiana derrumba la doxa que dice que “los adolescentes no leen”, frase fácil para un tema más difícil, porque la lectura no es, en principio, una cuestión de cantidad.

Siguen las voces: alguien hace discurrir sobre la literatura a Cristóbal Colón, que nos dice que la literatura porque “se puede cruzar todos los continentes e ir a los lugares que quisiera”; María Pía dice que se tomó la atribución de imitar la voz del mismísimo Borges: “...Por qué en qué sentido, la literatura tiene sentido por sí misma, es el modo que tiene el ser humano de escudar su pequeñez ante un universo que ¿lo domina?” (María Pía, no recordamos dónde iba la cita de "Fundación mitológica", y a todos, incluyan en comentarios a esta entrada sus textos completos, por favor, o mándenlos por correo electrónico); alguien más trae la voz de Borges (parece que no es tan difícil, al fin de cuentas): “La literatura es mucho más que letras o versos, es una manera de conectarse con otras personas y con uno mismo”, ante una pregunta de Verónica acerca de la respuesta, explica que lo piensa más desde ella (“como lo que Borges te hubiera hecho decir a vos"). También nos habló sobre la literatura Fidel Castro: “para manipular al yanqui, para hacerlo temblar...digamos para darle la contra a la literatura...”, contrahegemónico y contraliterario; para agregarle un poco de glamour a la cuestión, Naida representa la voz de una diva y desde Susana Giménez nos dice: “A mí, en realidad, la literatura mucho no me interesa, es que no sé mucho de libros, casi no leo; más bien, no leo nunca. Pero es algo que escriben muchas personas, otras, leen... A mí la literatura me aburre mucho. Yo prefiero viajar, ir de compras. ¡Pero tengo una vaga idea de lo que es!”. Candela explica según el ex ministro de economía Domingo Cavallo que “a los efectos de reestablecer el equilibrio monetario, frenar los efectos indeseables de la hiperinflación e impedir la caída del Merval, los economistas hemos tenido que recurrir a diversas técnicas para convencer al resto del mundo que éste es un país seguro para las inversiones. Así es que Cristina Fernández me ha llamado para la convocatoria de inversores. Hemos apelado a la literatura para volver a contarles el cuentito a todos los argentinos y a todo el mundo: 1 peso = 1 dólar”. ¡Eso es ficción, claro que sí!


Seguimos rodeando a la literatura mediante la lectura, ahora, de textos especializados de otros campos que se apropian de diversas formas del discurso literario o que desde el propio campo de la literatura la relación con otros:
La vida más allá de las fronteras de la definición” de Mario Lozano, la explicación del complejo de Edipo por Freud en La interpretación de los sueños (1977), un fragmento de la acusación contra G. Flaubert por Mme. Bovary, “Enseñanza de la literatura e historia del currículum” de Gustavo Bombini, "El escritor liberal romántico" según David Viñas, "El texto histórico como artefacto literario" de Hayden White, y artículos periodísticos. La consigna es trataran de descubrir, adivinar, inventar desde qué otro lugar se está mirando la literatura, con qué disciplina o actividad se la está vinculando en esos textos y qué toman de la literatura estos campos o qué dicen de ella. Hay dudas acerca de la consigna, también discusiones.

Recreo volador

(y cínico)



Para comenzar a charlar sobre lo que habían discutido acerca de los textos leídos antes del recreo, la profesora propone empezar por el peor, el más discutido. Silencio. Y entonces, bueno, el que no les haya causado discusión, sugiere. Finalmente, por alguna causa desconocida, empezamos con el de los virus del libro Ahí viene la plaga: Pablo comienza diciendo que “supongo que el que escribe es científico o médico, encuentra una analogía en la literatura” y la explica. Es decir, en este texto el argumento y la verosimilitud que presta la literatura tienen función explicativa. Para responder a la consigna, mencionan los integrantes del grupo que prestaron atención al título, a información que está alrededor del texto. Natalia, entre otros, recuerda que a eso se le llama "paratexto". La profesora cuenta la historia de la historieta El Eternauta de Oesterheld (y también cuenta la historia del Eternauta). Para continuar con los científicos, antes biología, ahora psicología, seguimos con el texto de Freud. Naida señala que Freud en el texto “usaba la literatura para explicar un trastorno psíquico, usa la tragedia griega” (única aclaración de la profesora: “más que un trastorno es algo que pasamos todos”). La obra literaria que toma Freud es Edipo Rey de Sófocles. Candela, en relación con qué encuentra en la literatura Freud, en este caso, explica que “habíamos hablado del tema de la universalidad del mito, porque lo que plantea Freud... la idea es la de que el receptor se ve identificado con lo que pasa en el mito y ahí, en realidad, explica lo que les pasa a todos”. Hablamos, entonces, de que en este texto el mito sería como una especie de relato madre, de relato primigenio. A Verónica, el comentario de ese grupo, le hace acordar, por el tema de la universalidad a la que aspira la ciencia en relación con la supuesta universalidad del mito, a un libro, El reino de las mujeres de Ricardo Coler, un relato de viaje de un fotógrafo y periodista argentino (también médico) que va vive con la comunidad Mosuo en un lugar recóndito de la China, comunidad matriarcal que lo hace cuestionarse acerca de cómo se estructura la psicología y el Edipo supuestamente obligatorio para la existencia del sujeto, cuando el concepto de lo femenino y lo masculino y sus funciones son otras completamente distintas. ¿La Historia es una ciencia? Hayden White no apareció entre los comentarios.

Tatiana habla sobre el texto del Ministerio de Educación: “es un documento que largó el Ministerio de Educación para la educación primaria y habla sobre los textos para los nenes”, enseguida cuenta que es del ’77, que cuando lo leyó primero le pareció muy absurdo y cuando vio la fecha entendió un poco más..., “me pareció absurdo porque, por ejemplo, habla de gente que quería empezar a hacer literatura marxista infantil y de querían frenarla con la opinión de los padres y maestros para los nenes de preescolar”; "me pareció muy desfasado”. Verónica pregunta si se está mirando desde otro lugar, además de la educación, a la literatura: algunos mencionan a la política. Tatiana lee uno de los fragmentos que le parecen absurdos: “El control del director y de los padres sobre la enseñanza recibida por los alumnos, constituye un eficiente freno al accionar subversivo, por lo que se impone reforzarlo adecuadamente”, y agrega enseguida: “estamos hablando de preescolar y primario...” "¿Y si hablara del terciaro, de los profesorados, por ejemplo?". La intervención no es justa con Tatiana pero nos reímos todos porque entendemos. Candela comenta: “primero leés Ministerio de Educación y pensás ah, bueno, después seguís y leés subversión en el ámbito educativo y decís no, te empieza a sonar raro, después leés "nivel preescolar y primario" y decís ya está..., ahora sí no entiendo anda...”. Candela recupera muy bien el proceso del lector que va armando y desarmando hipótesis y pone en evidencia la incidencia de lo social en la posibilidad (o imposibilidad) de armar unas u otras. Eugenia explica sobre este documento: “lo había escrito Catalán, cuenta sobre cómo controlar posibles actos subversivos en las escuelas, en todos los niveles, se le daba al director y a algunos docentes, no a todos...tenís que existir el espionaje interno entre docentes”. Finalmente, decidimos que vale la pena leerlo entero. Por momentos, nos reímos nerviosos... quisiéramos no poder creer, tal vez; pero creemos. Victoria comenta que “sigue habiendo igual escuelas con directores arcaicos. Yo soy maestra y en el primer colegio que trabajé me decían desde cómo vestirme, qué textos darles a los alumnos hasta cómo apoyar la reglar para subrayar; renuncié, no era beneficioso ni para ellos ni para mí”. A partir de esto que nos cuenta Victoria, hablamos de la docencia y las instituciones educativas: la necesidad de “leer” a las instituciones, las decisiones que tomar, si resistir, si irse... Victoria retoma su experiencia y cuenta que cuando fue "la época del Código Da Vinci" una colega le recomendó que no comentara si iba a ver la película porque la iban a llamar para "hablar". ¿La alegría es solo brasilera? ¿El autoritarismo siempre es de otros tiempos?


Esto dio pie a que Guillermo nos cuente de su grupo la discusión sobre la adaptación de un libro a una película, se preguntaban si realmente el libro era más rico y al hacer la película se perdían cosas: “pensamos en la película más como una imitación, desde la actuación, hasta la imagen y el sonido, en cambio, en el libro uno puede interpretar más...”. El artículo periodístico tiene como título, al igual que otros de los leídos, una frase tomada de la literatura: “Los hermanos sean unidos”; Verónica pregunta en dónde aparece esta frase y algunos (no muchos) recuerdan que en el Martín Fierro. La profesora relata la historia narrada en este libro para contextualizar la frase. Casi ritualmente, algunos dicen en voz alta la famosa frase, al tiempo que Verónica llega a la escena de los consejos de Martín Fierro a sus hijos. Otro título retomaba esta frase: “¿Los hermanos sean unidos?”, un grupo lo lee y menciona que es una noticia deportiva futbolística sobre Servia - Montenegro; se elige Martín Fierro para hablar de un jugador de fútbol que no quiere dedicarle un gol a la otra nación de su ex-país. Aparecen otras frases tomadas de la literatura en los textos: “El amor en los tiempos del fútbol, del sida...”; “Ladran Sancho” (aparece en relación con el apellido de un conflicto en Santa Cruz). ¿Por qué toman estos artículos periodísticos algo de la literatura? Alguien señala que “los titulares los arma el editor más que el periodista y busca ganchos para captar la atención del lector”. ¿Por qué? Eugenia piensa que así “apelan a algo ya conocido y lo relacionan con algo por conocer”. Comentamos, a raíz de ver cuántos conocían esa frase y cuántos habían leído el Quijote, que hay un conocimiento popular de ciertos aspectos de la literatura, que no requiere haber leído la obra. Una frase más: “De qué hablamos cuando hablamos de amor”. Verónica comenta que es un libro de cuentos de Raymond Carver y le pide a Natalia, una compañera que es estudiante del profesorado de Inglés, si nos puede contar algo sobre este autor: “escribe historias sencillas y cuentos cortos”, se hace mención, en ese sentido, a que su escritura es minimalista, porque narra la densidad de los pequeños sucesos-nada cotidianos. Esto nos recuerda a lo que decía la clase anterior Naida sobre lo que hay detrás de lo más simple y sencillo, nos cuenta que recuerda esto de Sociología, que era su materia preferida del secundario...

Verónica retoma la historia que contó Victoria: la colega que le advierte acerca de si va a ver el Código Da Vinci. Pregunta por qué esta docente le advierte que si la va a ver no lo diga. Algunas respuestas: Ayelén dice que “la van a reprender por pensar distinto”, Naida señala que “en los colegios católicos se advierte porque la película cuenta una versión distinta”, otros agregan que “si la película te da otras ideas, vas a pensar” y, finalmente, Lucía testifica el “revuelo” que se armó en el colegio católico al que ella iba con la aparición de esta película. Venimos hablando de la relación que se establece entre “una ficción y tener unas ideas” y esto nos conduce al texto de la acusación contra G. Flaubert. Carla cuenta que “es la acusación de un abogado que tilda la novela Mme. Bovary de inmoral... Critica que no se juzgue el adulterio”. María Pía, imita un posible razonamiento de ese abogado sobre las lectoras: “Si Mme. Bovary lo hace, yo...”; Candela: “voy y hago lo mismo... ¡apología de la perversión!”. Ayelén introduce el tema de las tendencias en cada tiempo: “Si existe el texto, existe la tendencia en ese tiempo”... Nos reímos: ¿la tendencia a engañar a los maridos? Naida: “el tema es que no se hablaba”; Candela: "critica que eso sea público, escribir sobre eso, que no era nuevo". Eugenia cree que además hay una decisión estética, no solo una forma de pensar de la época. Así que ubicamos a Flaubert en el realismo del siglo XIX y a este realismo en relación con la cultura burguesa europea de entonces. El cuerpo del otro y la propiedad privada en contradicción con el mandato de libertad e individualismo...

El último texto comentado es el de Gustavo Bombini: Nicolás cuenta que es “un artículo de opinión sobre los cambios de los planes de educación en Argentina...muestra una visión caótica con respecto a la literatura y las dificultades que presenta para ser enseñada y aprendida”, lee la frase final del artículo que le gustó: “ Concluye, burlón, sosteniendo que es “en el afán de patriarlo todo” que “solo se ha fijado una hora por semana: ¡cuatro por mes!”. ¿Eso lo dice Bombini? Una compañera admite: está lleno de citas. Y al fin la encontramos: el que opina allí es Calandreli. Recuperamos la forma del texto de Bombini y vemos que la literatura aparece vinculada a la educación (la materia literatura) y a la política (política educativa que decide una forma para el curriculum).

Por último, compartimos la lectura del cuento “Volamos” de Antonio Di Benedetto. Al final, Verónica les pide que hagan un pequeño ejercicio: escribir, casi sin pensar, tres palabras o ideas que les vengan a la cabeza luego de leer el cuento (“pienso en el cuento y me viene esta imagen...”) y anotarlas ya que lo vamos a hablar el lunes. Tarea para el hogar: la profesora pide que lean para el lunes otro cuento de Di Benedetto que está en el cuadernillo, “Nido en los huesos”, y que tomen nota de las sorpresas, las cosas raras, inesperadas que se les presenten leyendo el cuento; explica que no es para que agoten y entiendan todo del texto, sino que la idea es subrayar palabras, frases o fragmentos que llamen la atención, también recuerdos o impresiones personales de la lectura del cuento para charlar la clase que viene entre todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Hola! Mi nombre es Rocío Valles y estoy en el curso de ingreso del turno tarde.
En primer lugar, pasaba para saludar y darles mi opinión acerca del blog.
La verdad que me gustó mucho la idea de crear nuestro blog desde el principio y ahora que puedo pasar y verlo tan completo, les agradezco por este gran ayuda memoria.
Bueno, nada más por ahora, me voy con un simple: "¡Muy bueno el blog!"...
Hasta pronto,

Rocío.