La palmera cumple con todas las características. A pesar de que el padre del protagonista le pareció bien cuando permaneció joven y primorosa, yo encontré la belleza más adelante, cuando se fue estirando, estirando.
La literatura alcanza su belleza en ese momento, cuando se estira, llega a ser desgarbada y barbuda. Inadaptada, rebelde y demás. Cuando su tronco llega al cielo y solo algunos pueden ver o deciden ver la palma.
Cristian Nuñez
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