La profesora anuncia al grupo que el encuentro ha sido diseñado por las ayudantes, las cuales a su vez coordinarán el taller. El tema es la poesía y ella no es una excusa para otra cosa que enseñar.
La primera actividad que presentan es un cadáver exquisito. Enseguida, miedos por tener que escribir poesía, falta de gusto por el género, voces en su defensa. Jazmín explica cómo se hace un cadáver exquisito, alguna vez escribió de esta manera en la escuela. Candela agrega que así se llama porque esas son las primeras palabras del primer cadáver exquisito.
Mientras van haciendo la tarea, se la vuelven a explicar entre sí. Porque la consigna como siempre invita a una reelaboración del género: se han formado grupos de aproximadamente diez compañerxs, en cada mesa de estas se producirá un cadáver exquisito. Todas reciben una cartulina de color que tiene un encabezado secreto que se desdoblará al final de la tarea, es decir que desconocen el comienzo del cadáver, pero no romperán, por cierto, el "silencio universal" y... lo saben. En una mesa, tienen que escribir un ruido o una palabra ruidosa; en otra, pegar rápido palabras que se les han dado en un sobre recortadas de revistas y diarios; en otra, palabras o frases tomadas al azar de la página en la que se abra un libro de entre varios que se han puesto a disposición; en otra, responden por qué sí o por qué no a unas frases que han recibido para repartirse.
Recogemos estos plegados pero no los leemos aún. Una intriga queda pendiente en el aire y, aunque hay confianza en esta entrega, unas miradas como hilos seguirán uniendo las mesas con sus exquisitos cadáveres.
Reciben una serie de poemas en cada mesa, de lo más diversos en sus formas y en sus temas: están los que aportan a concepciones clásicas sobre el género lírico, otros que patean ese tablero. Junto con los poemas cada grupo recibe unos sobres con unas etiquetas que deben completar (inventar): "poesía hasta" el hartazgo, "poesía para" rupturas, "poesía hacia" una persona querida, un momento, la protesta; "poesía entre" lo lúdico y lo visual, lo lúdico y el sonido; "poesíasegún" para (gente rebelde) la mujer; "poesía ante" la sociedad, como denuncia; "poesía de" sexo, amor, erotismo; "poesía contra" la injusticia social, "poesía por" rima, "poesía desde" la estética convencional, "poesía con" otros rasgos... y "sin poesía". Todxs tienen este último sobre, y cuatro con diferentes preposiciones.
Algunos empiezan por decidir cuáles son y cuáles no, poesía. Buscan "trampas" para leer y entender los poemas muy raros ("Día nublado": una compañera levanta la hoja al trasluz y otra, enfrentada, lee el poema al derecho); mientras pasamos por los grupos, escuchamos preguntas ante la evidencia: ¿se puede escribir poesía así?, y respuestas: ¡Esto lo escribió un nene! ¡¿Cómo va a terminar así?!
La puesta en común no aspira a resolver el ejercicio sino a profundizarlo. Rosario pregunta por las dificultades que tuvieron en los grupos para poder realizar la tarea pedida: las respuestas dependen mucho de la relación que cada uno tenga con la poesía -nos explican-; resulta difícil abrirse al concepto del otro -justifican; otros enfrentamientos sometían a revisión los conceptos y el objeto al que ¿se aplicaban?, como para Javier: en el límite, te preguntás si lo que leés es producto de un procedimiento o si es un error tipográfico, pero hasta puedo leerlo con eso, como si fuera poesía, quiero decir, también puedo decidir que el error tipográfico como tal me resulta significativo y armar toda una hipótesis a cuento de él. La discusión general comienza cuando aportan ejemplos de los etiquetados "sin poesía", muchos responden polémicamente: ¿cuál? (que no era una pregunta), todos esos que no responden a la estructura, ¡¿pero cuál?! (otra no pregunta sobre la cuestión de la estructura), la de cierta estética (apoyos), nada deja de ser poesía (busca contemporizar), ¿qué es la poesía? (volvamos a empezar, que está lindo).
"Hay cánones, si no, cualquiera escribiera" (el subjuntivo más hermoso del mundo). "La poesía busca conmover, persuadir, esas malas palabras algo te van a generar, no te dejan igual" -propone Jazmín. Rosario recuerda y comparte así las ideas del texto de Juan Gelman "Escándalos". Y algunxs, a partir de una intervención de Mónica, recuerdan que sintieron que ciertos textos no eran poesía porque no los entendían ("no tiene palabras concretas" sino puros sonidos transcriptos, recuerda Estefanía), mientras que para otrxs lo eran justamente por la misma razón. Se evalúa -tema que propone Tati- la cuestión de la coherencia, las frases sueltas como títulos, y el hecho de que estén o no creados con un fin poético. "Si no, cualquiera leyera poesía" (mentira: dijeron "leería"). Dafne decide intervenir (tiene intereses creados en la cuestión): "Para mí todo es poesía si lo meto en un libro de poemas, es el género menos acartonado". "Porque ello nos determina a buscar sobre esos textos una lectura poética", teje Rosario. Algunxs traen a colación lo que saben sobre los dadaístas, otrxs traen el conflicto entre un modo académico e inalcanzable de concebir la poesía y un modo sensorial, en el que la sonoridad no es abstracción, y los ideogramas orientales como metáfora de esto y el cuestionamiento de la necesidad de entender.
El ambiente de discusión está alimentado como para leer ahora una selección de artes poéticas y de otro tipo de "metapoemas" como dieron en llamarlos las ayudantes, poemas que a su manera establecían una definición de su propio género. Los leen en grupos con dos consignas: identificar rasgos en común, elegir algo de ellos con que quedarse. Y esto es que hay una tensión entre hablar de la poesía y hablar a la poesía, como si ella fuera un sujeto fuera del que habla (Tati), que describen cómo surge, cómo llega la inspiración (Jazmín), que hablan desde el oficio (en contrapartida). Según Candela, Cortázar habla de la poesía como inspiración que gana al poeta en oposición a la mirada del poeta como un pequeño Dios Creador (es decir, ¿según Cortázar el mérito no es del artista sino de una idea que se le impone y es más cierta que él?). Que algo de lo que uno tiene es lo que nos dice la poesía, mirada la custión desde el lector, responden. Dafne cita de memoria "la palabra que sana" de Pizarnik, para intervenir. Y hay otras posiciones: Vicky lee en el de Celaya la concepción de la poesía como arma de protesta: "apenas nos dejan decir quiénes somos, cómo somos". En Lorca subrayaron: "pero yo no he venido para ver el cielo... más vale sollozar... interminables trenes de sangre". A Javier le gustó eso de "poema gastado por su propia lengua" y aparece la cuestión de la riqueza del lenguaje como cárcel del poeta, la necesidad de la recreación. Tati se identifica con el deseo de Gelman "quién pudiera agarrarte por la cola". Candela recupera varios segmentos en los que se afirma que la poesía no refleja nada ni a nadie, lo que desalienta un poco. Comentan que, comparados con algunos de los poemas del comienzo, estos resultan más próximos a la idea más familiar sobre la poesía, incluso ante el de los dadaístas, no dudás: desde el título estás predispuesto a aceptarlo como poesía. Rosario pregunta por la poética de Huidobro, Jazmín lee lo que ha señalado en él. Dafne recuerda el relato de Eduardo Dayan en el que se tomaban citas de este poema como argumento.
Una categoría llamado la atención entre las de los sobres: "poesía con otros rasgos". La alteridad se define en relación con un modelo estético que se nombra como "convencional". Les pedimos que lo describan: "el verso", "la rima", "el canon que te hace conocer la escuela", "belleza que no hay que pensar si lo es o no, porque la sentís (tenés que sentirla como tal) de manera inmediata". Se retoma esta parte de las discusiones para proponer la siguiente actividad: cada grupo recibe uno de estos patrones para elaborar una poema paródico.
Ahora devolvemos los cadáveres exquisitos del comienzo y el asombro es, casi siempre, que lo que debía ser un disparate tiene bastante cuerpo y sentido.
La primera actividad que presentan es un cadáver exquisito. Enseguida, miedos por tener que escribir poesía, falta de gusto por el género, voces en su defensa. Jazmín explica cómo se hace un cadáver exquisito, alguna vez escribió de esta manera en la escuela. Candela agrega que así se llama porque esas son las primeras palabras del primer cadáver exquisito.
Mientras van haciendo la tarea, se la vuelven a explicar entre sí. Porque la consigna como siempre invita a una reelaboración del género: se han formado grupos de aproximadamente diez compañerxs, en cada mesa de estas se producirá un cadáver exquisito. Todas reciben una cartulina de color que tiene un encabezado secreto que se desdoblará al final de la tarea, es decir que desconocen el comienzo del cadáver, pero no romperán, por cierto, el "silencio universal" y... lo saben. En una mesa, tienen que escribir un ruido o una palabra ruidosa; en otra, pegar rápido palabras que se les han dado en un sobre recortadas de revistas y diarios; en otra, palabras o frases tomadas al azar de la página en la que se abra un libro de entre varios que se han puesto a disposición; en otra, responden por qué sí o por qué no a unas frases que han recibido para repartirse.
Recogemos estos plegados pero no los leemos aún. Una intriga queda pendiente en el aire y, aunque hay confianza en esta entrega, unas miradas como hilos seguirán uniendo las mesas con sus exquisitos cadáveres.
Reciben una serie de poemas en cada mesa, de lo más diversos en sus formas y en sus temas: están los que aportan a concepciones clásicas sobre el género lírico, otros que patean ese tablero. Junto con los poemas cada grupo recibe unos sobres con unas etiquetas que deben completar (inventar): "poesía hasta" el hartazgo, "poesía para" rupturas, "poesía hacia" una persona querida, un momento, la protesta; "poesía entre" lo lúdico y lo visual, lo lúdico y el sonido; "poesía
Algunos empiezan por decidir cuáles son y cuáles no, poesía. Buscan "trampas" para leer y entender los poemas muy raros ("Día nublado": una compañera levanta la hoja al trasluz y otra, enfrentada, lee el poema al derecho); mientras pasamos por los grupos, escuchamos preguntas ante la evidencia: ¿se puede escribir poesía así?, y respuestas: ¡Esto lo escribió un nene! ¡¿Cómo va a terminar así?!
La puesta en común no aspira a resolver el ejercicio sino a profundizarlo. Rosario pregunta por las dificultades que tuvieron en los grupos para poder realizar la tarea pedida: las respuestas dependen mucho de la relación que cada uno tenga con la poesía -nos explican-; resulta difícil abrirse al concepto del otro -justifican; otros enfrentamientos sometían a revisión los conceptos y el objeto al que ¿se aplicaban?, como para Javier: en el límite, te preguntás si lo que leés es producto de un procedimiento o si es un error tipográfico, pero hasta puedo leerlo con eso, como si fuera poesía, quiero decir, también puedo decidir que el error tipográfico como tal me resulta significativo y armar toda una hipótesis a cuento de él. La discusión general comienza cuando aportan ejemplos de los etiquetados "sin poesía", muchos responden polémicamente: ¿cuál? (que no era una pregunta), todos esos que no responden a la estructura, ¡¿pero cuál?! (otra no pregunta sobre la cuestión de la estructura), la de cierta estética (apoyos), nada deja de ser poesía (busca contemporizar), ¿qué es la poesía? (volvamos a empezar, que está lindo).
"Hay cánones, si no, cualquiera escribiera" (el subjuntivo más hermoso del mundo). "La poesía busca conmover, persuadir, esas malas palabras algo te van a generar, no te dejan igual" -propone Jazmín. Rosario recuerda y comparte así las ideas del texto de Juan Gelman "Escándalos". Y algunxs, a partir de una intervención de Mónica, recuerdan que sintieron que ciertos textos no eran poesía porque no los entendían ("no tiene palabras concretas" sino puros sonidos transcriptos, recuerda Estefanía), mientras que para otrxs lo eran justamente por la misma razón. Se evalúa -tema que propone Tati- la cuestión de la coherencia, las frases sueltas como títulos, y el hecho de que estén o no creados con un fin poético. "Si no, cualquiera leyera poesía" (mentira: dijeron "leería"). Dafne decide intervenir (tiene intereses creados en la cuestión): "Para mí todo es poesía si lo meto en un libro de poemas, es el género menos acartonado". "Porque ello nos determina a buscar sobre esos textos una lectura poética", teje Rosario. Algunxs traen a colación lo que saben sobre los dadaístas, otrxs traen el conflicto entre un modo académico e inalcanzable de concebir la poesía y un modo sensorial, en el que la sonoridad no es abstracción, y los ideogramas orientales como metáfora de esto y el cuestionamiento de la necesidad de entender.
¡RECREO!
El ambiente de discusión está alimentado como para leer ahora una selección de artes poéticas y de otro tipo de "metapoemas" como dieron en llamarlos las ayudantes, poemas que a su manera establecían una definición de su propio género. Los leen en grupos con dos consignas: identificar rasgos en común, elegir algo de ellos con que quedarse. Y esto es que hay una tensión entre hablar de la poesía y hablar a la poesía, como si ella fuera un sujeto fuera del que habla (Tati), que describen cómo surge, cómo llega la inspiración (Jazmín), que hablan desde el oficio (en contrapartida). Según Candela, Cortázar habla de la poesía como inspiración que gana al poeta en oposición a la mirada del poeta como un pequeño Dios Creador (es decir, ¿según Cortázar el mérito no es del artista sino de una idea que se le impone y es más cierta que él?). Que algo de lo que uno tiene es lo que nos dice la poesía, mirada la custión desde el lector, responden. Dafne cita de memoria "la palabra que sana" de Pizarnik, para intervenir. Y hay otras posiciones: Vicky lee en el de Celaya la concepción de la poesía como arma de protesta: "apenas nos dejan decir quiénes somos, cómo somos". En Lorca subrayaron: "pero yo no he venido para ver el cielo... más vale sollozar... interminables trenes de sangre". A Javier le gustó eso de "poema gastado por su propia lengua" y aparece la cuestión de la riqueza del lenguaje como cárcel del poeta, la necesidad de la recreación. Tati se identifica con el deseo de Gelman "quién pudiera agarrarte por la cola". Candela recupera varios segmentos en los que se afirma que la poesía no refleja nada ni a nadie, lo que desalienta un poco. Comentan que, comparados con algunos de los poemas del comienzo, estos resultan más próximos a la idea más familiar sobre la poesía, incluso ante el de los dadaístas, no dudás: desde el título estás predispuesto a aceptarlo como poesía. Rosario pregunta por la poética de Huidobro, Jazmín lee lo que ha señalado en él. Dafne recuerda el relato de Eduardo Dayan en el que se tomaban citas de este poema como argumento.
Una categoría llamado la atención entre las de los sobres: "poesía con otros rasgos". La alteridad se define en relación con un modelo estético que se nombra como "convencional". Les pedimos que lo describan: "el verso", "la rima", "el canon que te hace conocer la escuela", "belleza que no hay que pensar si lo es o no, porque la sentís (tenés que sentirla como tal) de manera inmediata". Se retoma esta parte de las discusiones para proponer la siguiente actividad: cada grupo recibe uno de estos patrones para elaborar una poema paródico.
Canción de cuna para presidente Duérmete presidente, duérmete ya, no dejes que los gritos de los pobres te hagan despertar. Ni el niño que llora solo en la calle ni el obrero cansado de trabajar logren sacarte de tus dulces sueños y las almohadas puedan descanso brindar. Duerme presidente, duérmete ya, que los gremios que reclaman (?) ya se cansarán. Mañana vendrán del Norte tu mano tomarán. Duerme rtanquilo, duerme ya, que si el país se viene abajo tú el golpe no lo escucharás. Javier, Lucía, Pablo, Marcela, Florencia, Sandra, Nicolás, Ayelén | Oda al amor no correspondido (de cómo María de las Nieves le responde a José Alberto Montilla) Oh, amado José me pregunto por qué... Mi alma está en pena oscuridad absoluta en este triste corazón frío y vacío que por tu indiferencia solo y Marchito se quedó. Tu indiferencia hace bañar mi ojos en lágrimas cuanto másme niegas tu amor más crece mi obsesión. Por las noches sueño con encontrar tu calor cierro los ojos para imaginar tu rostro. ¿Por qué no puedo inspirar en ti lo mismo que tú provocas en mí? Quizás pueda algún día tus manos tomar como me toman los de las esquinas de aquí y de allá. Pero no me pidas que las tome para amar porque te dejaste marchitar. No entiendo por qué no me quieres si he hecho por ti más de lo que tú crees. Perdí gran parte de mi vida para dedicarme solamente a ti. - Lo lamento, María, si no he correspondido tu amor. Sé que tu dolor acabará en unos días más yo lamento toda la vida en no haber correspondido a tu amor Iris, Mónica, Susana, Sofía, Patricia, Evangelina, Luciana |
Rimas (pescado, pelado, pesado, zarpado, alado, helado, colorado, robado, conectado, deprevado, enlatado) Te vi ahí parado sos tan pesado, tan poco conectado. Cuán pescado alado. ¡Y encima pelado!, llorando tu quincho robado. Porque si fueras colorado te invitaría a un helado pero sos un depravado, no te invito ni choclo enlatado. Con mi comentario poco reservado espero no haberme zarpado. Silvina, Estefanía, Leonel, Jazmín, Natalia, Jesusa | Rimas (felina, Marilina, penicilina, Sabina, bailarina, tramontina, mandarina, bambalinas) La bella Marilina espléndida bailarina luce cual felina danzando tras bambalinas. De repente Sabina armada de un tramontina apuñala a la danzarina por comerse su mandarina. Yanina, Analía, Marcela, Victoria, GUillermo, Vanesa |
Canción de protesta al... peluquero Pensando en mi coronilla, he caído en tu salón y se ha vuelto pesadilla. Ya no tengo solución. Me someto a tus tijeras las que me dan pavor. Cortame solo las puntas, te lo pido por favor. ¡Masacre al pelo largo! ¿Qué parte no entendés? Después de dejarme pelada encima te tengo que pagar, ¿te creés que soy tarada? ¡Por qué no te vas a cagar! Amparo, Tatiana, Candela, Carolina, Micaela, Cintia, Cecilia |
Ahora devolvemos los cadáveres exquisitos del comienzo y el asombro es, casi siempre, que lo que debía ser un disparate tiene bastante cuerpo y sentido.
La poesía no es |
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¿Qué es la poesía? | La poesía es |
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