domingo, 24 de febrero de 2008

La lengua: las lenguas (TT)

Registro del Encuentro 8
Comenzamos el taller con un recuento de lo que haremos en los próximos encuentros y de los trabajos que aún quedan por entregar para el miércoles 27/02, a saber: cuento (relato ficcionalizado basado en un recuerdo de la infancia), ensayo y poema a partir de "Escándalos" de Juan Gelman. También recordamos que para ese mismo día, miércoles 27/02, esperamos las lecturas sobre "Casa Tomada" de Julio Cortázar (material del cuadernillo) y "La Soga" de Silvina Ocampo. A su vez, reflexionamos acerca de la importancia que tienen estos trabajos y la escritura en general, su ejercicio. A fin de reforzar esto, hicimos una ronda donde cada uno comento en qué tema está basado su ensayo. Durante la lectura, algunos comentaron las dificultades que encontraban en su escritura.

Los temas elegidos fueron diversos: "la organización", "la música", "yo trabajé el tema de si dios existe o no", "la vida después de la muerte", "yo me dejé llevar por el cuadro (un filósofo meditando) y pensé en la soledad", sonaron algunas voces. Varios eligieron alguna problemática en torno a la familia o las relaciones humanas. Amparo dijo "A mí me costó elegir un tema, delimitarlo. Pienso en la realidad, en lo que uno podría ser: ¿cómo hago, trabajando todo el día, para hacer tal cosa?". A partir de este comentario, reflexionamos acerca de la posibilidad de no centrar el ensayo en la vivencia personal sino más bien tomar esa experiencia como un signo de época, tratar de llevar la reflexión de un plano más particular a un análisis más general.

La literatura y la escritura también surgieron como temas de ensayo. "El destino no me llevó a ningún lugar. Así que escribo sobre cuando te exigen escribir en una situación de aula y no tenés ganas", comentó Victoria. Cecilia compartió su ensayo "Herederos de la cultura", donde reflexiona acerca de la relación de los jóvenes con la lectura. Notamos que logró incorporar varios recursos del género ensayístico (la pregunta, la interrogación retórica, la cita de autoridad, entre otros) y que si bien parte de un ejemplo de la propia vivencia, de la experiencia personal (sus carencias y sus ganas como lectora), el uso de la primera persona no opaca el análisis sino que enriquece la reflexión y la distancia de la autora con su texto y el tema elegido.

Ayelén (que ya nos había adelantado previamente: "ahora me doy cuenta de que yo hice proselitismo en mi ensayo") también leyó. "Sobre la libertad y su inexistencia" tituló el texto, una reflexión acerca de las condiciones de vida del hombre. Lo que pudimos sacar en limpio del debate (más allá de los acuerdos o diferencias) fue el carácter mayormente argumentativo y polémico de su ensayo y su distancia del género pedido en la consigna por la falta de interrogantes que deja abierto el texto. "Se pregunta y se responde" comentó alguien.

Recreo

Al regresar al aula, realizamos un ejercicio de escritura. Les pedimos a los ingresantes que escriban las diez palabras que salvarían si se avecinara el fin del mundo. Estas palabras tenían la posibilidad de "salvar" al mundo de su destrucción o, por lo menos, de ser su última huella. A continuación, leímos “Un signo en el espacio ”, de Ítalo Calvino (cuento que está en el cuadernillo), y reflexionamos sobre este relato y sobre las palabras y los signos en general.

El cuento costó un poco: "es un poco denso", "se me hizo confuso", pero sirvió para el debate: ¿qué es un signo? "La cruz roja", "una cruz", alguien dijo "los símbolos son signos". A partir de esta afirmación se planteó el siguiente interrogante: un vaso, por ejemplo, o una flor ¿no son signos? "Todo es posible de ser leído porque todo significa", explicó Gabriela.

Para finalizar, comentamos los textos teóricos que hay sobre el tema en el cuadernillo y dimos por concluido el encuentro.

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